VIAJE A FLANDES

Este año, después de pasar año nuevo en la finca de mi abuelita, que queda ubicada en una vereda de La Gran vía-La Mesa, Los primos de mi mamá y nosotros decidimos ir a conocer Flandes en el departamento de Tolima, nos fuimos para el puente de reyes que caía justo para el cumpleaños de mi mamá; llegamos a un condominio de cabañas, fuimos allá por un conocido de Carlos (mi padrastro) que era dueño de una de las cabañas, al llegar lo que más me impresiono fue el calor tan impresionante que hacía y como para la gente residente de allá era tan normal; luego de distribuir la forma en la que nos íbamos a organizar fuimos a comer algo; ese día mas que todo dimos una vuelta por el condominio, fuimos a ver las piscinas y a recorrer los alrededores.

Esa noche íbamos a ir a un concierto cerca al condominio pero la señora que atendía un local cerca a la cabaña nos recomendó que no fuéramos, porque era muy peligroso al devolverse por que había mucho ladrón, luego conocimos a Don Ricardo, dueño de un microbús que nos recomendó un sitio el cual nos dijo que no nos podíamos ir sin conocerlo, lo contratamos para que al día siguiente nos llevara.

La cita con Don Ricardo era a las 8:00am, hora en la que ya estábamos listos para salir, primero fuimos a Girardot para desayunar en la plaza, este sitio estaba muy congestionado, había gente por todo lado, casi ni se podía caminar, luego de recorrer el sitio y sus alrededores.

Luego nos dirigimos a al lugar recomendado, mientras en el microbús Don Ricardo contaba chistes y nos alegraba el viaje, Mangostino que queda en Nilo Cundinamarca, un lugar sin lugar a duda extraordinario, nunca había tenido el placer de conocer un lugar así.

A la entrada lo primero que se observaba era una pareja de Guacamayos azul con amarillos exhibiendo sus bellas plumas.

Luego de bajar las escaleras, nos encontrábamos con prácticamente “piscinas naturales”, el restaurante es típicamente a lo Colombiano “Gallina”, en la mitad del rio.

Lo más hermoso del lugar es su paisaje y como disfrutamos de una paz y tranquilidad con nuestras. Luego de almorzar gallina, nos metimos en el rio, jugamos y nos divertimos un rato, al irnos del sitio, me doy cuenta que si no hubiéramos contratado a Don Ricardo hubiera sido imposible conseguir transporte, nos hubiera tocado caminar demasiado hasta llegar a la autopista, en fin, de regreso a la cabaña escuchamos música y un poco de las anécdotas de Don Ricardo.

Al llegar, pedimos domicilio que lo traían desde Girardot, luego le compramos una pequeña torta a mi mamá para su cumpleaños, digo pequeña porque no era un ponqué el cual no se pudo conseguir porque no había una panadería cerca, la más cercana era en Girardot.

Al día siguiente era el día de partida, para ese tiempo no teníamos carro así que nos toco apartar tiquetes en unos buses que salían para Bogotá a las 4:00pm, por lo tanto, aprovechamos el día en la piscina y dando vueltas por ahí. Y así termino nuestro lindo viaje a Flandes, Tolima.